Antes de hablar de precios, marcas o subvenciones, hay una pregunta clave que debemos responder: ¿dónde y durante cuánto tiempo vamos a cargar el coche eléctrico? o explicado de otra manera, en que momento de nuestro día a día vamos a cargar el coche.
De esta decisión dependerán tanto el tipo de cargador que necesitamos como la potencia a contratar y la tarifa eléctrica más adecuada. Todo ello influye directamente en cual será el coste de poner un cargador de coche en el garaje y del coste de mantenerlo mes a mes.
Necesidades de carga: casa o trabajo
El primer factor determinante es el tiempo del que disponemos para cargar el vehículo, aunque cada vez los coches cargan más rápido, no todos tenemos la posibilidad de instalarnos en nuestros garajes un cargador ultra rápido.
Cargar el coche en casa
Cuando el punto de recarga se instala en una vivienda, normalmente se dispone de toda la noche para cargar el coche, entre 8 y 10 horas o incluso más. Esta disponibilidad permite cargar de forma más lenta, sin necesidad de grandes potencias, y aprovechar las horas con menor coste eléctrico sobre todo en la parte de peajes y cargos regulados.
En este escenario, suele ser suficiente un cargador doméstico estándar y una potencia contratada moderada, lo que reduce tanto el coste de la instalación como el gasto fijo en la factura eléctrica y optimiza en gran medida el coste por kilometro del coche.
Cargar el coche en el trabajo
Si el cargador se instala en el lugar de trabajo, el tiempo disponible para cargar suele ser más limitado, normalmente unas 8 horas o menos. Esto obliga a utilizar potencias más altas para garantizar que el vehículo esté completamente cargado al final de la jornada.
Una mayor potencia implica un cargador más caro, una instalación eléctrica más exigente y un coste fijo mensual superior por la potencia contratada.
Por tanto, el tiempo disponible para la carga es el factor que marca la potencia necesaria y, en consecuencia, el coste total del sistema.
Tipos de cargadores y precios de instalación

Existen diferentes tipos de cargadores según la velocidad de carga, y cada uno está pensado para un uso distinto.
Los cargadores de 3,7 kW están orientados a viviendas donde el coche permanece muchas horas conectado. Son los más económicos y requieren menos potencia contratada, están pensados claramente para un estilo de vida tranquilo.
Los cargadores de 7,4 kW son la opción más habitual en hogares, ya que permiten una carga completa durante la noche sin necesidad de potencias excesivas, si tenemos un estilo de vida más exigente esta será nuestra mejor opción.
Los cargadores de 11 o 22 kW están pensados para instalaciones con poco tiempo de carga disponible, como empresas o parkings de uso intensivo. Requieren instalación trifásica y una potencia contratada elevada, existen cargadores mucho más potentes y rápidos pero también son excesivamente caros para uso particular.
En cuanto a precios, el coste del cargador suele situarse entre 300 y 1.500 euros, dependiendo de la potencia y las funcionalidades. La instalación eléctrica, en la mayoría de casos, tiene un coste adicional de entre 300 y 900 euros, en función de la distancia al contador, el tipo de garaje y las protecciones necesarias.
El precio total de la instalación de un punto de recarga doméstico suele situarse entre 900 y 2.500 euros.
Costes del alta de un nuevo suministro eléctrico
En determinadas situaciones, como garajes independientes, parkings sin suministro previo o instalaciones en empresas, es necesario dar de alta un nuevo suministro eléctrico.
Este proceso conlleva varios costes adicionales. En primer lugar, es necesario disponer de un boletín eléctrico que certifique que la instalación cumple con la normativa vigente. El coste de este boletín suele oscilar entre 100 y 300 euros.
Además, la distribuidora eléctrica aplica los derechos regulados de alta del suministro, que incluyen derechos de extensión, acceso y enganche. Estos costes dependen directamente de la potencia contratada.
Cuanta mayor sea la potencia solicitada, mayor será el coste inicial del alta y también el coste fijo mensual en la factura. Por este motivo, es fundamental dimensionar correctamente la potencia necesaria y no sobredimensionarla sin un motivo real.
Elección de la tarifa eléctrica
Actualmente, los puntos de recarga domésticos se acogen a tarifas eléctricas de hogar, ya que no existen peajes específicos para vehículos eléctricos en este tipo de suministros.
La elección de la tarifa debe hacerse en función del lugar y del horario en el que se realiza la carga, tal y como se ha explicado en la primera parte del artículo.
Las tarifas fijas son especialmente adecuadas cuando el coche se carga en casa durante la noche. En estas tarifas, los peajes y cargos son más bajos en horario nocturno, lo que permite reducir de forma significativa el coste por kilovatio hora.
Las tarifas indexadas, por el contrario, pueden ser interesantes en instalaciones situadas en lugares de trabajo o parkings donde la carga se realiza durante el día. En estos casos, el precio de la energía suele ser muy competitivo en horas solares.
Elegir correctamente la tarifa eléctrica puede suponer un ahorro importante a lo largo del año, incluso utilizando el mismo cargador y la misma potencia contratada.
Reflexión
Para saber cuanto vale poner un cargador de coche eléctrico en el garaje no depende únicamente del precio del equipo, sino del uso real que se va a hacer del mismo.
Analizar el tiempo disponible para cargar, dimensionar correctamente la potencia, elegir el tipo de cargador adecuado y contratar la tarifa eléctrica correcta son las claves para reducir tanto la inversión inicial como el coste mensual.
Una buena planificación permite disfrutar del coche eléctrico con comodidad, eficiencia y el menor coste posible, nuestra recomendación es siempre ir un poco por encima de nuestra necesidad real, aunque nos cueste un poco más, nos asegura que en un futuro no tendremos que volver a invertir.